Fecha: 4/12/2023
Categoria: Nuestro Liderazgo
Moda sustentable: la historia de Fracking Design
La llegada de Fracking Design se produjo hace cinco años, cuando muy pocos se atrevían a pensar en un emprendimiento de indumentaria y de accesorios sustentables. Pero las hermanas Mora, Carla y Ornella Basilotta dieron ese paso necesario que revolucionaría al mundo de la moda argentina por completo. Fue Ornella la que a raíz de una profunda crisis personal y profesional le llevó una innovadora y, quizás, impensada idea a sus hermanas.
De la moda tradicional a la moda sustentable
Tras un viaje a El Bolsón, provincia de Neuquén, en busca de fibras naturales y telas para su marca, la diseñadora visitó una planta de residuos en la que fue testigo del descarte de una innumerable cantidad de bolsones de arena, similares a los que se usan en obras de construcción, pero que en este caso provenían del yacimiento petrolífero de Vaca Muerta.
Arena y agua son los componentes que permiten perforar el suelo y extraer el petróleo. Una vez que esa arena es utilizada, los bolsones se queman a cielo abierto o -en el “mejor” de los casos- se descartan como desechos al ser trasladados a plantas de residuos, donde finalmente Ornella los encontró. En ese momento supo que esas bolsas debían tener una segunda oportunidad. Que podían recircular y evitar así la contaminación del medio ambiente.
Ornella, Carla y Mora Basilotta, dueñas de Fracking Design.
Acompañada por toda su familia, incluidas sus hermanas, Ornella comenzó a pensar en la idea de transformar estos bolsones en accesorios como mochilas, riñoneras y carteras. Tras mucho trabajo, el sueño se logró. Hoy, los bolsones se llevan a una unidad productiva en Neuquén y se lavan. En Buenos Aires pasan por un proceso industrial que los convierte en grandes rollos de tela para ser clasificados según estampa y colores en el taller. Con los diseños elegidos se llevan a cooperativas marroquineras para terminar con la cadena de producción y su posterior venta.
Fracking Design en SANCOR SEGUROS DAIA 2022
De esta manera Basilotta, aquella marca de moda tradicional que nació en 2008, mutó a Pachamama Detox y luego a Fracking Design, desde donde ahora hacen accesorios con los residuos de las big bags que desechan las petroleras en Vaca Muerta.
Las diseñadoras aseguran que el vínculo con SANCOR SEGUROS fue sorpresivo y a la vez se tradujo en una gran ayuda que les permitió evolucionar como emprendimiento. Es que en 2022, se presentaron a los premios que la Aseguradora, a través de su incubadora SANCOR SEGUROS Impulsa, organizó junto a DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), el cual busca dar a conocer e impulsar proyectos con impacto social y económico. Allí, Fracking Design obtuvo el reconocimiento tras ser finalista junto a otros emprendimientos.
En Mundo Seguro hablamos en exclusiva con Ornella Basilotta, para que nos cuente cómo inició su amor por la moda y por qué es importante, a la hora de liderar proyectos, tener en cuenta su impacto a nivel global.
Leé la entrevista a continuación.
Trabajás en esto desde los 18 años. ¿Cómo inició tu vínculo con la moda? ¿Cómo surgió la idea de emprender con tus hermanas?
Mi vínculo con la moda arranca desde muy chica. Mi abuela confeccionaba sus propias prendas, tenía su propia máquina de coser. Tuvo la posibilidad de viajar mucho y se traía telas, entonces, a mí me apasionaba ir a su casa y ver cómo lo hacía y tratar de ayudarla. De chica siempre supe que esto era lo que iba a hacer. La idea de emprender en familia viene porque mi papá fue un emprendedor y empresario que siempre trabajó por sus propios medios. Él es arquitecto, pero tuvo diferentes proyectos. En mi casa siempre se mamó eso. En el 2008, cuando nace la idea de hacer una empresa de producto terminado para marcas de moda, le propongo a Carla, con la que nos llevamos 14 meses de diferencia, hacerlo juntas y así arrancó el primer proyecto. Con los años, surge Basilotta y se suma Mora, que es licenciada en Marketing y Publicidad, una pata que nos venía bien. Se fue dando muy orgánicamente. Somos una familia unida: el socio ideal.
Muchas empresarias sostienen que el liderazgo femenino aún hoy tiene piedras en el camino y que en diversas industrias alcanzar un cargo de relevancia para una mujer no es tan sencillo. ¿Qué nos podrías decir de la moda?
Considero que nuestra industria es bastante femenina. La costura, la moldería y el diseño de modas tienen una gran presencia de mujeres. Nunca fue una traba para nosotras. Sí, quizás, que te toman menos en serio, o a la hora de solicitar alguna inversión puede que alguna vez nos hayan subestimado. En el mundo del emprendedurismo son muchas menos las mujeres que los hombres. Nosotras hemos participado en varios encuentros de aceleradoras y startups, un nicho donde se nota mucho más. Últimamente hay un crecimiento de mujeres que emprenden
¿Cómo viviste la transición de pasar de la moda tradicional a lo sustentable? Años atrás resultaba muy innovador…
Habíamos crecido mucho con Basilotta. Teníamos locales propios, franquicias en el interior y nos vimos envueltas en una industria de moda rápida que no era el ADN con el que había nacido ese deseo de diseñar. Cuando viajo al sur y conozco la problemática de los bolsones de arena, fue una emoción muy grande, se me despertaron las ganas de emprender de nuevo. Fue, desde el entusiasmo y la transición, el mejor momento de Fracking Design. Como hacer todo por primera vez. Hasta volví a estudiar e hice un posgrado de sustentabilidad en la UCA. No nos importaba lo que iban a decir los demás. Creíamos que no había nadie que estaba hablando de esto de verdad y sentíamos que era la primera vez que nos íbamos a poder destacar, posicionar desde el diseño con algo innovador, después de tanto tiempo. Ahí, sentí que podía sobresalir mi capacidad como diseñadora, que muchas veces me la cuestioné por inseguridades. Siempre me sentí apoyada por mi familia. En ese viaje a Neuquén estaba con mi papá y fue el primero en ver la idea como algo posible. Después se los conté a mis hermanas, que enseguida se entusiasmaron, al igual que mi marido.
Tu consejo a los emprendedores: ¿creés que a la hora de crear un emprendimiento es esencial pensar también el impacto que va a generar y sentirse a gusto con eso?
Si no hay impacto no hay innovación. Hoy es obsoleto medir solamente la parte económica de un emprendimiento o de una empresa. Si vos no medís cuál es tu impacto ambiental y cuál es tu impacto social a la hora de empezar una empresa o un emprendimiento, no hay innovación. Creo que el futuro es sustentable y aunque parezca una frase trillada es así. Hoy las grandes marcas están haciendo esta transición hacia la sostenibilidad. Es una oportunidad empezar hoy a emprender y poder arrancar de cero con el impacto y que te atraviese de entrada en todas las áreas del emprendimiento.
¿Hay en la actualidad una toma de conciencia de las consecuencias que el proceso industrial de la moda tradicional genera a nivel social, ambiental y económico?
Desde 2018, cuando empezamos con Fracking Design hasta la fecha, notamos un gran cambio de conciencia en el consumidor. Muchas personas se acercan a productos como el nuestro y hay muchos menos haters. Es decir, esas personas que te dicen: “Si está hecho de basura, ¿por qué cuesta tanto?”, y que quizás no toman conciencia de todo el proceso que lleva trabajar con un material reciclado.
Nosotras nos tomamos el trabajo de responder a cada persona que cuestiona y le contamos que el 80% del costo del producto es mano de obra porque se lava, se separa como cualquier residuo que separás en tu casa.
Tenemos una comunidad muy linda que fue creciendo mucho. Eso me hace pensar que hay un cambio de conciencia mucho mayor mayor, pero todavía falta. Pienso que tiene que ver mucho con lo generacional. A medida que van apareciendo generaciones nuevas que empiezan a consumir, eligen productos que compartan estos valores que las generaciones nuevas ya traen.
¿Qué sintieron vos y tus hermanas al ser galardonadas con el premio SANCOR SEGUROS DAIA 2022?
El premio de SANCOR SEGUROS fue algo espectacular. Nos emocionó muchísimo porque lo descubrimos a último momento. Creo que habremos sido unas de las últimas en inscribirnos. Cada vez aparecen más proyectos buenísimos en sustentabilidad y es difícil competir y participar en este tipo de cosas. Para nosotras fue una sorpresa, nos pusimos muy contentas. Fue de gran ayuda. Enseguida invertimos el dinero, compramos unas máquinas, agrandamos el taller y armamos una línea de producción interna para este año. Conocimos mentores excelentes y estamos muy felices.
Hashtags: {{ tags }}