Consejos de Prevención ART para fortalecer la percepción del riesgo en el trabajo

La percepción del riesgo no es solo conocer los peligros: es mantenerse alerta y preparado en todo momento. Este hábito se construye con práctica y compromiso diario. ¿Por dónde empezar?

Antes de iniciar cualquier tarea, hacé dos preguntas clave:

• ¿Qué podría salir mal?
• ¿Qué medidas de control tengo disponibles?

Este sencillo ejercicio ayuda a anticipar situaciones críticas y evita que trabajemos en “modo automático”.

Los riesgos evolucionan con la tecnología, los procesos y las condiciones externas. Por eso, participar en talleres, charlas y simulacros es esencial para actualizar conocimientos y reforzar conductas seguras. Analizar incidentes reales —incluso los que no terminaron en accidentes graves— ofrece lecciones valiosas para reconocer señales que suelen pasar desapercibidas.

La seguridad se fortalece cuando se comparte. Comentar experiencias y advertencias entre compañeros crea una cultura preventiva. Reportar condiciones inseguras y detener una tarea si algo no está bien son prácticas que convierten la percepción individual en protección colectiva.

La rutina puede generar una falsa sensación de control. Revisar procedimientos, mantener una actitud crítica y utilizar siempre los elementos de protección personal, consolidan una percepción del riesgo más clara y efectiva.