AbrigA: lanas de triple impacto

¿Escuchaste hablar de la economía circular y de cómo propone cambiar la forma en que producimos y consumimos? En este modelo nada se desperdicia: todo se reduce, se reutiliza y se recicla.  Es tal el auge de esta tendencia, que cada vez aparecen más emprendimientos que se inclinan por materias primas naturales, sostenibles, renovables, biodegradables y autoextinguibles.

Uno de ellos es AbrigA, un proyecto de triple impacto que produce mantos aislantes térmicos y acústicos con lana de oveja gruesa sin valor textil. Esta idea seleccionada por SANCOR SEGUROS Impulsa, transforma un desperdicio de la industria ganadera en un aislante para mejorar la eficiencia energética de las construcciones.

“Las ovejas de razas cárnicas tienen una lana gruesa y rústica que carece de valor para la industria textil, ya que es considerada un residuo rural. Esto ocasiona un problema para los pequeños productores, que deben enterrarla, quemarla o darla en parte de pago por la esquila”, explica a Mundo Seguro la arquitecta Alejandra Núñez Berté, CEO y fundadora de AbrigA.

La propuesta genera beneficios sociales, económicos y ambientales, promoviendo el desarrollo regional, el cooperativismo, la agricultura familiar, el comercio justo y la biodiversidad: “La economía circular es uno de nuestros principales lineamientos: aportamos por partida doble a la reducción de residuos, al convertir un desecho en materia prima, y al final del ciclo de vida pues es biodegradable”.

“Considerando que el hábitat construido es responsable de casi el 40% de las emisiones de GEI (Gas de Efecto Invernadero), es vital reformular los sistemas constructivos con materiales naturales y con baja huella de carbono”, agrega Berté, experta en sustentabilidad, eficiencia energética y sistemas constructivos industrializados.

Alejandra Núñez Berté, CEO y fundadora de AbrigA, y experta en sustentabilidad.

¿Cómo y por qué nació la idea, Alejandra?

Es un caso de transferencia de conocimiento, ya que comienza con mis investigaciones en el marco de la Maestría en Sustentabilidad en Arquitectura y Urbanismo. De hecho, es mi tema de tesis. Conocía el uso de los descartes de lana textil en fieltro, pero detectar el problema con las instituciones ovinas de la provincia de Buenos Aires nos permitió programar un proyecto acorde a la escala de materia prima disponible.

¿Quiénes participaron del proceso?

En 2019 armamos un equipo multidisciplinario con experiencia técnico -comercial y aplicamos en diversos concursos. En la primera presentación fuimos seleccionados por Emprende ConCiencia (de la Fundación INVAP y el Ministerio de Producción), que nos permitió desarrollar el producto, tener una primera muestra industrial, armar un modelo de negocios y validarlo con los usuarios. Durante el 2020, en el concurso internacional Climate Launchpad, fuimos ajustando el modelo y su propuesta de valor. Por otra parte, recibimos el apoyo de la Mesa Ovina de la provincia de Buenos Aires, el INTA y varias universidades nacionales. 

¿Cómo fue el acercamiento con CITES Impulsa?

Nos presentamos a la convocatoria, ¡y fuimos seleccionados! El proceso de incubación fue muy enriquecedor. Pudimos producir el MVP, la muestra de los mantos, nuevos productos y salir al mercado con una pequeña producción.

¿Dónde están aplicando el producto? 

Los mantos aislantes térmicos y acústicos se utilizan en muros y techos de obras nuevas y remodelaciones. Recientemente fueron instalados en una casa de campo en la ciudad de 25 de Mayo, una vivienda de vanguardia sustentable, con criterios bioclimáticos y estructura de steel framing. Los mismos constructores e instaladores compraron material para otras obras que están en curso actualmente.

Los mantos aislantes térmicos y acústicos se utilizan en muros y techos.

¿Planean expandirse a otros mercados?

Sí, claro. Estamos en contacto con productores uruguayos, ya que detectamos un gran inventario de lana gruesa. Tanto en Uruguay como en Paraguay y Bolivia se están abasteciendo de aislaciones térmicas y acústicas. Tenemos conocimiento de la red de distribución regional y estamos relevando la potencial demanda.

¿A partir de AbrigA pudieron abrir otras unidades de negocio?

Sí. Y eso se debe a que la lana de oveja es una fibra muy versátil y noble. Contamos con la línea AcústicA, que son paneles absorbentes acústicos para espacios muy ruidosos, personalizados y con un alto componente de diseño. Y EnvuelvE, soluciones de packaging natural, en principio con bolsas y fundas térmicas para cerveza y champagne.

La lana de oveja es una fibra muy versátil y noble.

¿Por qué creés que los modelos económicos de triple impacto se transformaron en un verdadero fenómeno?

La sustentabilidad requiere una mirada que abarque no solo el tema ambiental, sino también su impacto socioeconómico. Por ejemplo, es imperioso colaborar con el crecimiento de las economías regionales para descentralizar la producción de materiales constructivos, y así reducir el impacto de su traslado, sobre todo en un país tan extenso como Argentina.

Pese a todas las dificultades, ¿el mensaje es que hay que animarse a emprender?

El espíritu emprendedor y la voluntad de mejorar el mundo en el que vivimos, es el principal motor para sortear los obstáculos y seguir adelante. Hay que incentivar a quienes tienen ideas a que participen de propuestas como las de CITES Impulsa, donde podrán desarrollar y ampliar su proyecto, recibir capacitación y ser “impulsados” a concretar los sueños. También es una excelente oportunidad para conectarse con el ecosistema de emprendedores y crear una red donde todos podamos aprender y colaborar.